Con una portada, un título, una frase y
una sinopsis perfecta, hacen el combo perfecto para atraer a cualquier lector.
Debo decirte que esta historia, si bien es un romance adolescente/juvenil, tiene matices dramáticos, de superación y mucho dolor, así que no está demás llevar pañuelos, y obviamente sus toques de ficción que hicieron de esta historia más real, envolviéndote en un ir y venir entre letras.
Zinnia y Yerik son dos jóvenes que desde temprana edad aprendieron a luchar contra la vida misma, a defenderse con uñas y dientes, a costa de su propia felicidad.
Su destino en un principio fue marcado por aquellos quienes debían defenderlos y amarlos, pero por malas decisiones, inmadurez e intereses políticos, sus caminos fueron puestos en la mira de unos cuervos que hicieron de su infancia un infierno donde las risas se convirtieron en lágrimas, la inocencia tan solo fue ese efímero momento hasta que sangre, dolor, golpes, abuso y violencia hicieron que su cuerpo fuera un campo de batalla y sus emociones fueran escondidas, haciéndolos desconfiados, temerosos y solitarios, pero al mismo tiempo resilientes.
Sin embargo, la conexión que surgió desde que se conocieron fue ese lazo irrompible, inseparable y unificado, lo que empezó como una amistad, con los años se convirtió en admiracion, enamoramiento, amor y un deseo puro, inocente, leal e inexplicable.
Aunque admitir un sentimiento como el amor puede ser catastrófico cuando nunca has externado sentimientos tan fuertes y principalmente cuando los miedos son más fuertes que admitir que se ama.
En medio de toda la situación que ambos afrontan, donde todo se torna oscuro, sin salida, se encuentran con amistades entrañables, esas que se convierten en familia, pero cuando tu mismo entorno te obliga a realizar cosas ilegales y que repercuten en decisiones de otros, se convierte lúgubre, trayendo consecuencias como la pérdida de quien se ama, detonando todo lo que se oculta y lo podrida que puede llegar a ser la gente.
Clemente es un personaje qué amarás inevitablemente, es la contratarte rebelde de Zinnia y Yerik, es ese amigo que irónicamente da la vida por aquellos que ama, pero que también comete errores y debe lidiar con las consecuencias.
Luces en la tiniebla es una novela que nos muestra que a pesar de toda la adversidad que pudiera pasar, cuando no se ve la salida y todo está en contra, hay pequeños o grandes atisbos de luz aún en medio de toda esa oscuridad, momentos que marcan a una persona, objetos de valor que recuerdan lo importante y que se convierten en amuletos, personas buenas que hacen más liviana la existencia, dando un pequeño respiro y pensar que se tiene un futuro, donde las cicatrices florecen en pro de una lucha y recordando que la vida duele, es oscura, amarga pero que entre esa oscuridad hay grises y colores que la hacen florecer; pero principalmente está la fuerza, la valentía, el carácter y la convicción de enfrentar a la vida. Zin y Yerik, son el claro ejemplo de almas gemelas, de amor verdadero y de amistad inquebrantable, una pareja que pasaron por todo a la vez, y nada que no pudieran superar. Su amor fue su columna vertebral, su confianza, la base, y aunque hubo lágrimas, desesperación y un cataclismo de emociones, siempre vieron esas pequeñas luces que se aguardaban en las tinieblas de la soledad y abandono, mostrándoles que siempre hay una luz al final del camino.
Gracias por leer la reseña. Cuéntame ya leíste este libro? Te recuerdo que puedes adquirir este libro en Amazon o en la web de Nova Casa Editorial
