Si bien por el contenido que aborda este libro, no es para todos los gustos. Ya es sabido que esta saga rompe con tabúes y prejuicios hacia la función que realizan los sacerdotes/monjes, colocándolos en situaciones tan propias de su humanidad, pero que son juzgadas por el simple hecho de consagrarse a una iglesia.
Paulo es un hombre que está dispuesto entregar su vida al Señor, alejado de su única familia, su padre, con quien guarda cierto recelo. Un hombre que puede tener todo, pero a la vez nada que provenga de su progenitor. Sin embargo la vida, le muestra que el tiempo es primordial y no desperdiciarlo. La ausencia y enfrentar sus propios demonios harán mella en él, desestabilizándolo y provocando en él una lucha entre servir a Dios o ceder ante la lujuria que un hombre y una mujer le provocan.
Para él, asimilar lo que su mente le recuerda y prohíbe y su cuerpo exigen, lo llevará a sucumbir ante el placer, desatando, que pecar puede ser placentero, que dar y recibir es igual de satisfactorio para quien está dispuesto a arder en el infierno.
Caetano es un hombre con ideas claras, su sociedad con el padre de Paulo, provocó que su atención se centrara en él, reconociendo que ese hombre despierta en él, pasión, deseo, saciedad, originando que entre los dos surja una atracción inevitable y palpable. Sus cuerpos darán rienda a una danza donde la lascivia se apodera de ellos, dando pie a experimentar con Lucía y así saciar esa atracción entre los tres.
Lucía es una mujer de mente abierta, madura y sin prejuicios, un personaje que me hubiera encantado conocer más, aunque la autora denota varios aspectos de su vida, es un personaje desafiante para Paulo, generando en él, celos, posesión y dominación.
Un trío sumamente sexualmente, una trama que denota el pecado, la culpa, el perdón, y la libertad de amar sin prejuicios. Paulo como expectador y luego participante, una lucha entre correcto o el deber, Caetano un hombre que sabe lo que quiere y como lo quiere, y Lucía una mujer dispuesta a disfrutar.
Hay pecados que vale la pena cometer aún si en el proceso la redención no sea el objetivo, aunque cuando el amor es la bandera, todo vale la pena.
Te recuerdo que este libro está disponible en Amazon, y es el tercero de la Saga prejuicios, aunque personalmente puedes leerlos de manera independiente.
Con amor
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